Gabriela Bravo, los abogados y los jueces

Doña Gabriela Bravo -portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- ha lamentado el “desmedido e injustificado ataque” a los jueces españoles procedente del Consejo General de la Abogacia,

¿Qué es lo que han hecho los pérfidos abogados?

Publicar un estudio basado en una encuesta de la empresa “Demoscopia” donde, entre otras cosas, los españoles se lamentan de la politización del órgano del Gobierno de los jueces (CGPJ).

Recordémosle a la señora portavoz que no debe confundir “Carrera judicial” y “Consejo”. La judicatura está compuesta por profesionales de la justicia que, como los abogados, han ganado su puesto de trabajo con su esfuerzo; el CGPJ, por su parte, es un órgano politico cuyos miembros deben su cargo a la sintonía ideológica. ¡ Menuda diferencia !

¿Qué piensan los jueces de todo esto?

Una buena muestra es el mensaje de correo electrónico mandado por Gemma Vives, vicesecretaria de la Plataforma, a la Extranet (red coporativa) de los jueces y magistrados. La autora ha dado su permiso para la publicación de su misiva. Si os interesa, basta con pinchar el enlace.   

Tengo ante mis ojos el comunicado que la portavoz del CGPJ (Sra. Bravo) ha realizado a raíz de la encuesta en la que salimos peor que mal parados. Dice el ciudadano que estamos fuera de onda. Ya. La portavoz afirma que “es un desmedido e injustificado ataque”. ¿Seguro que lo es, Sra. Bravo y Vocales? No lo es. Es la cruda realidad que el ciudadano nos sirve fría, como una venganza. No es desmedido porque es ponderado y no es injustificado porque está fundamentadísimo. Que nos angustie y nos desazone no equivale a ignorarlo, a relativizarlo. En primer lugar, habría que aclararle al sufrido paciente (perdón, ciudadano) que el CGPJ no es el poder Judicial. No es “nosotros”. En segundo lugar no existe argumento válido y digno para rebatir con un mínimo de decencia que ocho de cada diez ciudadanos piensan que el CGPJ necesita “una reforma urgente y profunda”. El Manifiesto suscrito por 1400 de los nuestros (que no de los suyos) evidencia de modo casi escandaloso que urge una reforma profunda, intensa, verdadera. Para que ese CGPJ sea elegido por los suyos, no por los otros, es decir, por ustedes, o sea, por el Ejecutivo. Se le llama Independencia Judicial. Decir sin rubor que se está trabajando desde el primer día (por favor, ¿me pueden aclarar cuál es ese primer día? es que no me aparece en el calendario marcado en rojo) y que ha centrado sus esfuerzos en la mejora y modernización de la Justicia para garantizar al ciudadano un servicio público de calidad…me deja perpleja. ¿No será que se ha estado trabajando para que el Ministerio, por fin, garantice a los de arriba que seamos dóciles y silentes? O sea, que tenemos al Ministerio en casa y no nos hemos enterado. Por eso estamos fuera de onda. Será eso. Trabajando como locos (algunos) para estar en primera división y recibir algo que le llaman retribución variable sin diferenciar (y no porque lo ignoren) que la productividad es otra cosa y debiera ir en el sueldo. Leyendo con atención el comunicado (que se supone que nos defiende…o algo parecido), al final, afirma “la consecución de esos objetivos exige la implicación de todas las instituciones y administraciones públicas, cuya actuación debe estar presidida por la lealtad y el respeto institucional”. Por ahí sí que no paso, oiga. Que no se impliquen más, se lo ruego. Que añoro aquellos tiempos en los que llamaba al Ministerio y un fulano me atendía con nombre y apellidos y hasta conocía el asunto. O sea, cuando la burocracia era pequeñita y aún sabíamos la onda en la que estábamos. No me impliquen a más administraciones públicas, por favor. No es necesario. Con que nos impliquemos nosotros y dejemos aparcada para siempre la imagen política que nos hemos ganado a pulso, tengo suficiente. También nos reprochan que se decida sobre cargos y nombramientos de jueces más por criterios políticos que profesionales. Oiga, y a eso, ¿qué decimos? ¿Que todo es paz y transparencia? Que el currículum cuenta junto al escalafón? Perdóneme si le confieso que estoy en otra onda. La de hacer méritos (si es que procede) de manera voluntariosa y transparente. La de trabajar y esas cosas. La de poder confiar en el CGPJ y que el ciudadano distinga entre quien manda y quien se doblega. No ganamos nada, créame, perdemos, si no hacemos autocrítica. Es muy higiénico. Y sanísimo. Si me resalta (así reza el comunicado de EFE colgado esta mañana en la Extranet) que “la lealtad debe presidir…” ya me desespero. Lealtad? Díganme, ¿a quién?

Pasó la revolución del 2008 y ganamos un poquito de credibilidad. Pero nos hemos dejado pisar. Otra vez. No obstante, ante la encuesta (ya sé que casi todo es interpretable), yo bajo la cabeza, avergonzada. Triste. Impotente. Pero no me doblego. No quiero estar en esa onda. Y no me extraña que seamos el pasto de críticas del Consejo de la Abogacía. Estos sí saben defenderse. Todos a una, algo increíble.

Pues bien, empecemos donde lo dejamos. Por el propio CGPJ. Por la despolitización, por la independencia. Que ya vale de callarse y de meterse cada uno en su nido o como se le quiera llamar. Que una llega a casa reventada a golpes de expedientes y se merienda con lo de la encuesta y es que me sublevo.

De nada. Solo era por aclarar un par de cosas, al hilo del comunicado. Que me ha producido más temor que la propia encuesta.

Un saludo

Gemma Vives

JPI 22 Barcelona

 

1 comentario sobre “Gabriela Bravo, los abogados y los jueces

  1. Reconforta leer la carta de Gemma Vives y te reconcilia un poco con la realidad de verdad. Qué bien que uno ya puede empezar a distinguir que no estamos en Matrix por mucho que se empeñen los que dicen ser representantes de los Jueces. Me refiero a los que vemos todos los días en la jungla de nuestros juzgados intentando que a las 3 todos hayamos sacado adelante un día más de nuestra lamentable administración de justicia. La Sra. Bravo y sus sacrificados adlateres tendrán que empezar a comprender que la “sopita” oficial que nos han estado dando ya se nos ha atragantado a la mayoría y que, esperemos que definitivamente, también los abogados hemos empezado a estar hartos de verdad. Lo de la lealtad institucional y todo esto ya nos parece bien pero deje de pensar que con la invocación de dichas o parecidas palabras todos vamos a realizar la genuflexión de rigor. Ya no cuela. El bochorno que nos están haciendo pasar a todos debería de conmoverles. Si quieren hacer política, pues estupendo, cuelguen la toga y a batirse el cobre pero, por favor, lo que se llevan entre manos es demasiado serio para que el tufo a “pasteleo” sea lo que perciben 8 de cada 10 encuestados. Que a la Sra.Bravo le moleste que estos datos se aireen es un sintoma, como decía Gemma Vives, muy preocupante; mucho más que la encuesta. Espero que desde la plataforma y cada uno desde nuestro lugar le demos la vuelta a la situación. Un saludo.

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